El técnico azulgrana está en el ojo de la tormenta por sus planteos defensivos y no tener idea de juego
Ricardo
Caruso Lombardi llegó a San Lorenzo allá por fines del año anterior con el fin
de levantar al equipo azulgrana y evitar un segundo descenso en su historia, anteriormente
estaba en Quilmes de sorprendente campaña y con un juego superior a cualquiera
de los rivales que enfrentaría. Tomó este desafío en un equipo grande y lleno
de problemas tanto futbolísticos, económicos e institucionales. No le tuvo
miedo a nadie, pensó y planeó todos los partidos junto a sus colaboradores.
Gracias a un par de resultados, en la última fecha venció a San Martin de San
Juan y obtuvo un lugar para tener una chance más de jugar en la máxima
categoría del fútbol argentino. Llegaba Instituto y el partido fue esperar al
rival y contra-atacar. San Lorenzo ganó 2-0, no solamente eso, San Lorenzo
mantuvo la categoría.
Un nuevo
desafío. Ya asegurado en primera, pidió de 10 a 11 jugadores, en ese momento
Carlos Abdo no se decidía a renunciar como presidente de San Lorenzo y la
crisis interna aumentaba a tal punto que algunos jugadores no quisieron venir,
ejemplo: Gonzalo Rodríguez. Las pretemporadas comenzaban y San Lorenzo contaba
con nueve jugadores. No tuvo partidos de preparación como otros equipos. Los
refuerzos llegaron a las últimas horas de que comience el Torneo Inicial.
Llegaban nombres de calidad como Jara, Stracqualursi, Mercier, Prosperi, etc.
Primer partido contra San Martin (SJ) y el equipo demostró ser sólido
defensivamente y ofensivamente lastimando dos veces. En el segundo partido
contra Belgrano empezaron a notarse la falta de conocimiento del medio con los
atacantes a la hora de lastimar y se llevo un punto del alta Córdoba. Tercera
fecha y un Estudiantes totalmente lastimado le puso los pies sobre la tierra al
equipo de Caruso y le gano por la mínima diferencia dejando totalmente
disconforme a la gente.
El
equipo necesita tiempo, la duda es cuanto tiempo necesita un equipo para
terminar de conocerse pensando que pasan la semana juntos. Caruso Lombardi
mencionó al principio del torneo que hasta la cuarta fecha iba hacer la
pretemporada del Ciclón. Ahora llegó el momento de jugar, de lastimar, de
generar más peligro que el habitual, de “ir al frente”. Todos sabemos como dirige
y piensa Ricardo, siempre con jugadores altos y que lastiman de contra pero la
gente de San Lorenzo espera jugar como el Quilmes de Caneo, de Cauteruccio, con
un equipo que triangula, un equipo que toca de un lado para el otro. Equipo
hay, cuerpo técnico hay, solo falta animarse.
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